Me gustan los "brotes"

Me gustan los "brotes"

Nacen flexibles, moldeables.
No es bambú el de la fotografía pero para reflexionar nos sirve.

Tallos junto al tronco de un joven árbol


En el lejano Oriente vive el árbol cuyo crecimiento es el más rápido de todas las especies. Dicen que si te quedas quieto mirándolo, puedes verlo crecer, y no es de extrañar, pues crece hasta 32 metros por mes. Eso significa que crece un metro diario, unos cinco centímetros por hora. Es algo realmente sorprendente.
El bambú es el árbol de mayor crecimiento de todo el planeta, quizás la criatura viva que más rápidamente crece, tanto así que en Japón, se usa aún hoy en día como materia prima y se le da una importancia aún mayor que al cemento, acero o al silicio de los semiconductores.
A pesar de su enorme potencial, tú puedes plantar hoy una semilla de bambú en el jardín de tu casa, puedes regarla durante meses y meses, y no conseguirás que brote ni el más pequeño tallo. 

¿Decepcionado?
¿Por qué esa planta que crece tan rápido no crece en tu jardín?
Le echarás en primer lugar la culpa a la tierra. ¿Mi tierra es demasiado pobre? -pensarás.
Mirarás a tu alrededor y verás que la tierra no es la razón, otros árboles son capaces de vivir en ella. 
Creerás que la razón puede ser el clima de tu país. Quizás mi semilla necesite de otro ambiente para salir adelante -te preguntarás. 
Tampoco es esta la causa pues en Japón y China se mezclan temperaturas extremas en todos los sentidos. 
Buscarás en internet y te darás cuenta de que esta planta aguanta el más caliente sol y el frío más extremo. De hecho es famosa por su habilidad para sobrevivir en cualquier circunstancia.

Se trata de una planta muy sabia. El bambú durante sus siete primeros años (sí, siete años) crece hacia abajo, haciendo expandir sus raíces hasta lo más profundo. ¿Sabes porqué? es tan sabia que se está preparando. 
Se está preparando para después ser capaz de alcanzar el mayor de los éxitos y ser la planta con el crecimiento más rápido que existe en todo el reino vegetal. 

Salir al mundo fuerte e inquebrantable no es fácil, hay que prepararse mucho para ello, y el bambú lo consigue gracias a sus siete años de profundizar sus raíces.
Se está preparando para después ser capaz de alcanzar el mayor de los éxitos y ser la planta con el crecimiento más rápido que existe en todo el reino vegetal. 
Entonces se hace tan poderoso que en un mes crece 32 metros, y aún cuando lo cortes seis veces, seguirá creciendo hasta los 32 metros en un solo mes. Por ello es tan apreciado. Porque sabe prepararse para triunfar, y si la desgracia cae sobre él, sabe renacer de sus cenizas y llegar otra vez a lo más alto empezando desde casi cero.

¿Por qué es capaz de hacer eso? Porque sus siete años de raíces le dan la fuerza para ello, su vida reside en su raíz y, aunque cortes el tallo, este seguirá creciendo.

Salir al mundo fuerte e inquebrantable no es fácil, hay que prepararse mucho para ello, y el bambú lo consigue gracias a sus siete años de profundizar sus raíces.

Además, el bambú se mantiene en pie y creciendo gracias a su flexibilidad, cualquier otra planta o árbol de tronco grueso y macizo no resiste un fuerte viento, porque es rígido... en cambio el bambú sabe cómo adecuarse a su contexto, porque es flexible, adaptable y cambia cuando es necesario hacerlo.



No te sorprenderá que te diga que ésta es una metáfora acerca de cómo podríamos ser las personas. Si somos capaces de tener paciencia en el cultivo de nuestro interior, si sabemos echar raíces fuertes en cuánto a nuestra identidad y si somos flexibles una vez que salimos al mundo y nos encontramos con nuevas formas de ser y existir, entonces seremos exitosos y podremos enfrentar la vida con sabiduría y crecer a pasos agigantados como personas.

Seamos como el bambú.



Comentarios

  1. Molt bonica la història, Amparo. I amb un missatge importantíssim per a aprendre. Gràcies!

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